sábado, 13 de agosto de 2016

"Frankenstein" de Mary Shelley

   "Décimo cuarto libro del año"


   Este libro inconfundible formó parte de un número mayor de libros que me regalaron hace unos meses. Géneros variados. Era lo que menos me importó. Para un lector, que mejor que recibir casi una veintena de libros de regalo.

   Los cargué en el auto y fui feliz durante toda la vuelta a casa. Acomodarlos en una de las estanterías de mi humilde biblioteca fue otro momento de placer.
En fin, tardé un tiempo en encarar esta lectura. Uno de los propósitos de este año era adentrarme a los grandes clásicos. Así que acá estoy comentado uno muy grande.

   Es interesante como se originó la historia. Fue por medio de un juego. En sus comienzos Frankenstein era solo un cuento. Cuento que Mary escribió una tarde en compañía de sus amigos cuando se propusieron como juego inventar historias de terror para matar el aburrimiento del campo.

   Con el tiempo lógicamente pasó de ser una breve historia para desarrollarse como novela en el formato que conocemos actualmente.
Uno de los aspectos que más me gustó fue como la autora incluye el formato carta y como juega con los narradores. Alguien cuenta lo que otro le está contando. Luego cambia y el narrador se transforma en primera persona. Muy interesante las variaciones.

   A grandes rasgos uno puede advertir de que acaba de leer una crítica bien explicita hacia la humanidad y a sus miserias humanas.
Otro de los temas que plantea, la mayor parte del libro, es la responsabilidad que le compete al científico y a la ciencia toda, para con la sociedad.
¿Qué es lo correcto y que es lo que traspasa la ética dejando de ser un servicio en función del progreso?

   El protagonista se ve conflictuado, reflexionando permanentemente sobre sus conocimientos, el rumbo que van tomando, qué resultados logra y pretende lograr a futuro.
Un punto a criticar podría ser la reiteración de los pensamientos a los que se ve sometido el protagonista. Se entiende que está atravesando momento de conflicto pero se vuelve un tanto tedioso leer lo mismo dicho de varias maneras.

   En fin, disfruté mucho de esta historia.


   Con el correr de los clásicos voy entendiendo porque se vuelven indispensables tenerlos en haber.

miércoles, 8 de junio de 2016

"Harry Potter y el cáliz de fuego" de J.K. Rowling

  "Décimo tercer libro del año"


   Hace una media hora, más o menos, terminé con “Harry Potter y el cáliz de fuego”. Antes de arrancar con alguno de los libros de la saga uno ya sabe inevitablemente que está por consumir una obra de calidad (por tratarse de un best seller consagrado hace años y por el éxito de la versión para cine), de igual manera la sensación que te abraza al terminarla es impagable e impredecible en cierto punto.

   Al ser un libro de seiscientos treinta y cinco páginas me demoré algo más de siete días en terminarlo. A pesar de lo prolongado el ritmo que maneja es muy fluido, el manejo de los capítulos está muy bien logrado. Nada está contado porque sí, eso hace que se descarte la presuntuosa idea de que deberían haberlo hecho en una edición más corta.

   El protagonista ya tiene catorce años. Su cuarto año en Hogwarts comienza con el gran atractivo del “Mundial de Quidditch” un deporte que practica en la escuela de magia y que lo hace muy feliz, es su cable a tierra. Sin embargo, la historia de su pasado lo persigue y los desafíos no cesan para Harry Potter.

   Como me pasó en el título anterior “HarryPotter y el prisionero de Azkaban”, se torna levemente tedioso lo reiterativo e informativo que se vuelve por momentos el narrador. Hubo carillas donde encontré el nombre de Harry mencionado más de cinco veces, y así con otros personajes. La trama es tan consistente y de un peso enorme que vuelca la balanza positivamente sin dudas.

   Los giros argumentativos son de lo mejor. Se justifican en los personajes excelentemente compuestos y complejos. La historia va y viene en el tiempo de la mano de los diálogos con una cintura soberbia. Esto permite a Rowling mantener una tensión, una necesidad de seguir leyendo, de querer saber más imperiosa.

   Otra de las cosas que me tiene extasiada, es lo que creo haber mencionado en la reseña anterior, la claridad en plasmar valores tan bien definidos en los tres protagonistas (y en el resto por supuesto). Es decir Harry, y sus dos amigos Ron y Hermione. Son muy distintos entre sí, la autora juega con estas diferencias y se nota la transición que atraviesan a lo largo de los títulos. Un ejemplo de esto quizás un poco básico, pero es el que se me viene primero a la mente en este momento, en una pelea Ron que en libros anteriores se contenía de decir malas palabras, esta vez cruza el límite y dice por lo menos dos insultos explícitos. Al leerlos uno quizás piensa en un mal mensaje para el niño/a que esté con el libro en sus manos. Pero la verdad es que está tan bien logrado, se justifica porque el personaje sufre bullying por parte de Draco Malfoy que insulta gratuitamente a su familia(un chico realmente desagradable) durante los cuatro años de Hogwarts que llevan cursando. Es un signo de que llegan a cierta madurez donde el carácter va tomando mucha forma y se expresa libremente.

  En fin, a estas alturas ya no tengo retorno. Al parecer me encuentro en un camino de ida. Junto a la portada del libro hay un muñeco de Lord Voldemort que denota cierto fanatismo en ascenso.

¡Por suerte queda mucho por delante!

jueves, 26 de mayo de 2016

"Harry Potter y el prisionero de Azkaban" de J.K. Rowling


  "Décimo segundo libro del año"


   He vuelto por fin. ¡Qué bien se siente! la vida académica y sobre todo el resto de la vida me tuvieron alejada del blog. Mala decisión lo sé. Pero lo importante es que vuelven los jueves de reseñas.


   Hace un tiempo no recuerdo cuando (también vuelven las impresiones por falta de memoria, lo lamento) leí  “Harry Potter y la piedra filosofal” y “Harry Potter y la cámara secreta”, es decir los primeros dos libros. Cuando me enteré de la obra que se va a estrenar en julio de este año “Harry Potter y el niño maldito” me dije: “Tengo que terminar la saga antes de octubre para poder leer el libro que van a sacar de esta obra ese mes”. Y acá estoy continuándola.

   “Harry Potter y el prisionero de Azkaban” es una genialidad por donde se lo mire ¡Que pedazo de obra! La capacidad y calidad creativa de J.K. Rowling es abrumadora, conforme van pasando los capítulos da la sensación de que uno va teniendo la mandíbula cada vez más cerca del piso. Boquiabierta y conmovida me deja esta historia.

   La solidez de los personajes, lo complejo del trasfondo de que cada historia es lo más valioso sin dudas, o por lo menos  así lo vivo. Es algo que destaca inevitablemente, hayas visto las películas,  leído los libros o ambas cosas como pretendo que sea mi caso. No por nada se convirtió en el fenómeno que es. No por nada esta autora es, y con todo merecimiento, millonaria.

   A esta altura calculo que hay muchísimas personas que conocen la historia a fondo pero igualmente como suelo hacer en mis reseñas no voy a ahondar en la trama. Solo lo mínimo e indispensable.

   Es el tercer año de Harry en el colegio de Hogwarts con trece años y junto a sus dos fieles amigos Ron y Hermione emprende nuevas aventuras. Como el título anticipa hay un prisionero, que se vuelve un fugitivo significando un gran peligro para “el niño que vivió”. Hasta acá la info básica. Lo que sigue te lo dejo a vos… 

   De “el prisionero de Azkaban” me llevo dos cosas muy marcadas: la dedicación de la autora en plasmar tanto miserias humanas como valores muy fuertes en sus personajes y por otro lado, la idea rebelde de transformar a algunos alumnos de Howarts en seres con pensamiento propio, crítico capaces de cuestionar a sus profesores buscando una reflexión que les permita crecer, diferenciar. En definitiva descubrir el abanico de opciones a las que uno se enfrenta de las cuales se puede elegir antes de llegar a la acción con respecto a un problema. Con estos dos aspectos disfruté muchísimo de la historia.

   Hay mucho que descubrir en los libros que no está reflejado en las películas. Los giros en la trama son de lo mejor, Rowling cuenta con unos recursos envidiablemente inagotables que se van superando capitulo a capitulo. En fin puro disfrute. ¡Larga vida a esta mujer!

  Hace una semana fue la Comic Con de Argentina, pude visitarla con buenas amigas. Les dejo un retrato histórico de quien les habla junto a la versión cinematográfica del mejor maestro de “Cuidado de Criaturas Mágicas” que pueda existir jamás… Hagrid.










   Y además la orgullosa foto de mi cuaderno/mapa merodeador que recibí como regalo sorpresa de parte de un sol que hay en mi vida…

martes, 29 de marzo de 2016

The Versatile Blogger Award

   ¡Buenas lectores!

   Esta vez comparto con ustedes la primer entrada de este tipo en el blog. Espero les guste. Les cuento que Viajera Literaria me nominó al THE VERSATILE BLOGGER AWARD. 





Las normas son:

ü Seguir y nombrar al blog que te nominó.
ü Contar siete cosas sobre tí.
ü Nominar a blogs con pocos seguidores.
ü Dejar en su blog un comentario de que los nominaste.




7 cosas sobre mí

  1. Me encanta manejar, disfruto muchísimo al conducir sola o acompañada y si es sin un rumbo fijo mucho mejor.
  2. Siempre que puedo escucho música, si estoy fuera de casa me calzo los auriculares y en casa lo hago con el volumen alto. 
  3. Soy fanática de la música en vivo, no importa el género del artista. El formato recital me atrae de una manera muy especial. Voy sola o acompañada, me divierto de igual manera.
  4. Me gusta mucho viajar en transporte público. Mirar el camino por la ventanilla y/o leer. Si es a un lugar que no conozco, doble emoción.
  5. Me aburre la gente que le dedica mucho tiempo a criticar la vida de otra persona. Me resultan muy tóxicas, suelo irme del lugar en el que estén pero si no lo puedo hacer, no finjo lo que pienso y trato de cambiar de tema diciendo que no me interesa hablar de la vida de otro.
  6. Amo dedicarme tiempo para mí. La soledad me sienta muy bien, considero que sé acompañarme a mí misma. Reflexiono, dedico tiempo a mis hobbies: Fotografiar y tocar la guitarra, etc. 
  7. No soporto la discriminación de ningún tipo, por orientación sexual, raza, país de origen, clase social, etc. El que haya discriminado en mi presencia puede dar fé de como me molesta y de las cosas que digo cuando eso pasa.  


Nominados:

ü Cazadora de libros

¡Quiero ver sus entradas nominados eh!
   
Espero que les haya gustado saber un poco más de mí y si no les gustó igualmente déjenme un comentario. Todo es bienvenido.

¡Buena Lectura!
Naty.   

jueves, 24 de marzo de 2016

"Mi planta de naranja-lima" de José Mauro de Vasconcelos

  "Décimo primer libro del año" 


   Durante mi adolescencia había escuchado hablar de este libro en mi grupo de amigos. Los comentarios pasaron sin pena ni gloria. Esos no fueron los únicos, durante varios años y en distintas situaciones he escuchado gente recomendando esta historia.

   Sin embargo hubo un momento predestinado para leerlo. Vino de la mano de un amor que me obligó a comprar este libro mientras estábamos comprando otro. Fue en una de esas enormes librerías de la calle Corrientes en la ciudad de Buenos Aires. Avenida famosa principalmente por la cantidad de teatros pero es además conocida por las numerosas librerías en donde uno puede perderse felizmente y volverse anónimo con gran facilidad.

   “Mi planta de naranja-lima” es el tercer libro que leo narrado por la voz de un niño. O no leo ninguno de este tipo o meto una seguidilla descomunal. Acá podes ver, sí querés, el primero y el segundo.

   Esta obra según lo cuenta su contratapa es una de las más importantes de la nueva literatura brasilera. Fue muy elogiada por la crítica y muy bien recibida por los lectores. Su creador también destacó por sus múltiples y diversas profesiones: entrenador de boxeadores, trabajador en una hacienda, pescador, maestro de primaria en una aldea, actor de cine y televisión y viajero. Me parece importante conocer algunas de las experiencias por las que pasó el autor ya que considero que esto hace a la obra y a veces es necesario para entenderla.

   Con escasos casi seis años Zezé, el protagonista de esta historia, te compra desde el primer momento. Su voz es fresca, la manera de contar la cruda realidad, su visión de las cosas es fascinante. Un fuerte sin lugar a dudas son las descripciones, realmente uno se puede ver inmerso en las calles brasileras sin necesariamente haberlas caminado realmente. El olor a barrio, los diálogos de los vecinos, conforman una dinámica habitual callejera.

   Cada personaje es natural nada forzado, esto los vuelve auténticos. Los amas o los odias, así de simple.

   Con un relato introspectivo se va revelando la infancia de este niño y todo lo que eso conlleva. La importancia de los roles, las figuras positivas y negativas que influyen en él. Los sentimientos propios de la edad y como dentro de su casi inexperiencia en la vida logra decodificarlos y plasmarlos en reflexiones llenas de inocencia pero a la vez con una gran carga de lucidez que conmueve.

   Si sos sensible como lo soy yo, te advierto que con este libro vas a verte reír a carcajadas y, lo siento, pero también vas a caer en un llanto profundo.

   Algo que criticaría y esto es una cuestión más bien personal, es lo que me pasa habitualmente cuando leo algo narrado en primera persona por un niño, me cuesta asimilar que esas palabras y pensamientos son realmente las de un chico/a de esa edad. En ciertos momentos los encuentro un tanto pretenciosos para la intelectualidad que el autor intenta lograr. Pero es solo un  prejuicio, si se quiere, propio.


   Este libro es de esas historias que suman. Te dejan un mensaje del cual es casi imposible escapar, no podes evitar una mínima reflexión aunque sea de unos pocos segundos.

miércoles, 16 de marzo de 2016

"Hombres sin mujeres" de Haruki Murakami

  "Décimo libro del año"

   
   ¡Ay Haruki Haruki!, me gustaría saber cuándo fue el momento exacto en el que caí en las trampas de este hombre.

   Ya sé que es el segundo libro que reseño de el prácticamente en el mismo mes. Bueno, es una de mis adicciones y como toda adicción existen los momentos de recaída. Entonces conténganme si es necesario y no me juzguen.

   “Hombres sin mujeres” es para quienes venimos leyendo la obra de este, prolífico hasta el hartazgo escritor, la expresión máxima de una de sus costumbres “literarias” podría decirse. Relatar la vida solitaria de sus personajes hombres protagonistas.

   Murakami lleva este aspecto de escritura como su caballito de batalla. Pareciera ser que el hombre está en su salsa. Lo curioso de esto es que logra de alguna manera (seguramente nada librado al azar) reinventarse y entregar un relato fresco sin perder el estilo al que nos tiene acostumbrados hace tiempo. Una prosa poderosa e hipnótica.

   Este libro tiene siete cuentos. Muchos guiños. Para empezar el título. No lo sabía pero está inspirado en una obra de Ernest Hemingway. Luego de leerlo quise investigar más y me surgió una profunda necesidad de saber cómo describe el propio Haruki el proceso de creación de “Hombres sin mujeres” (no me había pasado con ninguno de sus otros libros).

   Encontré una nota en uno de los diarios más importantes de mi país y además mi favorito “Pagina 12”. Dentro de la sección literaria un periodista analizó esta obra con impresiones personales de cada cuento y además incluyó una cita del propio Murakami, palabras que dio a la revista “The New Yorker” cuando le preguntaron por la génesis del libro:


   “Lo que me interesaba retratar en estos cuentos es, en una palabra, el aislamiento, la soledad, y lo que significa desde un punto de vista emocional. El título fue lo primero que me atrajo y, por supuesto, se lo debo a Hemingway. Una vez que tuve eso claro, las diferentes historias fueron surgiendo una a una y sin esfuerzo. Cada una de ellas brotando de las vibraciones producidas por ese título. ¿Por qué Hombres sin mujeres? No lo sé. De un modo u otro, el título hundió sus raíces en mi mente del mismo modo en que una semilla arrastrada por el viento acaba germinando en un campo”.


   Creo que cada palabra escrita durante toda su obra, no solamente en este título en particular, encaja fielmente con la reflexión que acabo de citar. Este autor se conoce muy bien, sabe lo que quiere lograr y los medios que utiliza los plasma de una manera magistral.

   Otra de las cosas que pueden gustarte de él es el protagonismo que le da a la música en sus historias. Puntualmente en este libro hay dos cuentos con guiños a Los Beatles, “Yesterday” y “Drive my car” este último fue mi favorito sin dudas, su historia, el personaje femenino que acompaña al protagonista es increíble muy bien desarrollado. Imponente. No quiero agregar más descúbranlo por sí mismos.

   “Un órgano independiente” es de lo más fuerte y conmovedor. Lo curioso es que parte de un personaje frívolo. Un cirujano plástico, un Casanova que cae en una trampa vilmente.

   Luego están Sherezade un guiño a “Las mil y una noches”, “Kino” un tanto autobiográfico ya que el escenario es un jazz-bar, sigue “Samsa enamorado” con una referencia a “La metamorfosis” del gran Kafka y por último la historia protagonista “Hombres sin mujeres”.

   Me callo la boca y me despido con esto.


   “En eso consiste perder a una mujer. Y en ocasiones perder a una mujer supone perderlas a todas. Así es como nos convertimos en hombres sin mujeres.”

jueves, 10 de marzo de 2016

"Los ojos del perro siberiano" de Antonio Santa Ana


  "Noveno libro del año"


   “Los ojos del perro siberiano” me deja sentimientos encontrados. A pesar de ser una historia simple (como me gustan), linda y corta. Solo ciento treinta y tres páginas. Al leerla hubo algunas pequeñas cosas que no me cerraron del todo.

   Es la primera novela del autor. En una de las solapas lo dice y además agregan que es especialista en literatura infantil y juvenil. Eso se puede notar, hay un gran trabajo detrás de este libro sin dudas.

   Narrado en primera persona. Es un relato largo de introspección. Cuenta la historia de un chico de San Isidro (localidad de Buenos Aires conocida, entre otras, como un lugar donde viven las personas más pudientes) y su hermano.

   Lo curioso es que no se sabe el nombre del protagonista, es decir, del adulto que cuenta la relación que tuvo con su hermano muchos años mayor que él, hermano que en un momento deja de vivir bajo qué mismo techo familiar sin saber el porqué, y con sus padres. No quiero agregar ningún otro dato más de la trama porque al ser corta la historia cualquier otro agregado es prácticamente un spoiler.

   Si bien es un adulto el que cuenta, me parece que los pensamientos que tiene el personaje por momentos en su niñez son un tanto pretenciosos, un poco más maduros de lo que a mi entender tienen los niños a esa edad. Estas eran las pequeñas cosas que no me cerraban del todo. Lo bueno de esto es que es solo por momentos. La mayoría del tiempo te introduce en la mente de un niño realmente. En su mirada hacia los adultos, la interacción con su grupo de pares, los temores propios de la edad, la relación con sus padres y la exigencia de estos. 

   Si te gustan las historias contadas por niños este otro libro seguro que te puede llegar a gustar. 

   En Argentina este título forma parte del diseño curricular de la materia de Lengua y literatura en muchos colegios. Generalmente en el nivel de primaria. Me parece un gran acierto. Toca temas muy importantes que pueden formarte como ciudadano. Porque algo maravilloso de los libros es eso. Su poder. Una frase simple pero significativa que encontré dentro de este libro que ilustra la idea fue la siguiente.


   Tiene muchas referencias a los libros, la música (se puede ver desde la portada) y de películas, hay una en especial. Eso me conquistó.

   Creo que si estás acá leyendo esto que escribí humildemente, es porque sentís una conexión especial con los libros, o por lo menos con este libro en particular, al igual que yo. Puede sonar un poco cursi pero creo que es verdad y estoy segura de que vos también lo crees así.

   Hay un poder muy fuerte en ellos, cambian y transforman las relaciones y mucho más. Puede ser que sea ese el motivo por el que necesito hacer este blog. Porque los libros le dan un nuevo significado a las cosas. “Los ojos del perro siberiano” me transformó un poco. Eso me hace feliz. Los libros me hacen feliz.

   ¿Qué mejor que dejarse llevar?  


   

martes, 8 de marzo de 2016

"El gato que venía del cielo" de Takashi Hiraide

  "Octavo libro del año"

   
   Amo a los animales. En el supuesto caso de que existiera efectivamente la reencarnación todavía no puedo decidir si me gustaría hacerlo en un gato o en un perro, cada uno tiene algo maravillosamente opuesto al otro.

  “El gato que venía del cielo” estaba expuesto como la gran novedad en una mesa de librería. Era imposible no verla, estratégicamente apuntaba al centro de la entrada. Además tenía el agregado de una franja azul muy llamativa, de esas que ponen las editoriales que envuelven al libro desde la tapa hasta la contratapa. La frase era irrefutable: “La novela japonesa que deslumbró al premio Nobel Kenzaburo Oé y que arrasa en ventas en Francia y Estados Unidos”, por debajo de esta frase escrita en mayúsculas agregaron dos críticas, la del Publisher Weekly y Kirkus. Para no aburrirlos copiándolas comparto la foto.



   Los ojos de la media cara que asoma en la portada son asimétricamente intensos. Miré a grandes rasgos de que se trataba la novedad y me dispuse a seguir recorriendo las estanterías pensando en que no podía basar mi compra en lo primero que viera. Quise desafiar al marketing, error. Al final del recorrido caí en sus garras. No recuerdo si ese día compré dos libros, creo que sí, este y uno de Murakami “Hombres sin mujeres”, un combo oriental infalible si es que la compra de Haruki no fue en otro momento (avisé en entradas anteriores que tengo una pésima memoria, lo siento).

   Además de las estrategias marketineras, fueron dos los motivos que me empujaron a “jugármela” por este autor desconocido para mí. En primer lugar, descubrir la rutina de la cultura japonesa en soledad que tan bien se describe en los libros de Murakami, pero en este caso la rutina es la de una pareja, más llamativo aun y en segundo lugar, el leer una historia donde el protagonista sea un gato.

   La voz que narra en primera persona es el personaje masculino de la pareja, según lo que pude investigar al parecer es el mismo Takashi Hiraide. En la sinopsis la única información que se revela es que esta pareja emprende una nueva vida lejos de la agitación de Tokio y se refugia en una casa con un jardín. Un gato irrumpe en su cocina y decide adoptarlos como dueños, esto lógicamente empieza a intrigar a la pareja y es así como todo gira en torno a este hermoso felino.

  En este libro encontré lo que esperaba, unas descripciones sumamente cálidas de la cultura japonesa. Tanto lo que se cuenta del ambiente físico, de los hechos con los personajes ajenos a la pareja y los momentos que comparten con el gato son exquisitos. Lo leí en un día.

   Creo que es muy importante que te gusten los animales para disfrutar de este libro, si sos de esas personas que no soportan tener una mascota cerca este libro te parecerá una pérdida de tiempo, una historia insulsa.

   A modo de crítica negativa podría decir lo que me pasa cuando la letra es muy grande y tiene pocas páginas (solo ciento cincuenta y seis páginas), ¡Demasiado corto!


   En estos casos intento consolarme con “Lo bueno viene en frasco pequeño”.

lunes, 7 de marzo de 2016

"Los años de peregrinación del chico sin color" Haruki Murakami

   ¡Buenas lectores!


   He vuelto a esto de las reseñas, me tomé unos días de vacaciones en los que decidí desconectarme un poco dado que en mi país estamos en verano.

   Quise alivianar un poco la lectura por eso seguí con la rutina de un libro a la semana pero esta vez elegí un libro mediano y dos libros cortos para ponerme al día con ustedes y reseñar los tres al regresar así acoplarme y continuar con el ritmo (también con el propósito) que pretendo y no parar.

   Murakami apareció en mi vida hace por lo menos hace cinco años por dos frentes distintos curiosamente.

   Por un lado gracias a una persona de mi familia que me lo recomendó porque lo tenía fascinado, y un tiempo después, con la llegada de una nueva persona que también cargaba con esta fascinación de la que al parecer es difícil salir airoso.

   “Los años de peregrinación del chico sin color” es hasta ahora mi libro favorito de Haruki Murakami. Tengo varios libros de él, pero este en particular me hipnotizo de una manera más profunda que el resto.

   Su prosa tiene un poder increíble. Lo primero que pienso cuando recuerdo lo que he leído de él es en la obsesión que tiene con la música y con el describir la rutina del hombre joven japonés solitario. Estos son dos elementos que a mi entender resaltan de una manera maravillosa.

   Los personajes son entrañables y complejos (por lo menos en los libros que pude leer), uno siente ganas de querer protegerlos. Existe una gran cuota de problemas de autoestima, miedos y hasta patologías en cada uno de ellos que los hace muy palpables y reales. A veces Haruki utiliza un personaje superficial y frívolo para jugar con lo opuesto y resaltar la complejidad del o de los protagonistas, eso me encanta.

   Esta historia cuenta a Tsukuru Tazaki en su juventud, en el presente ya es un hombre de treinta y seis años abocado a la ingeniería de trenes y estaciones. Pasión que descubre en su adolescencia. Una persona de su actualidad despierta en él un episodio traumático que tuvo lugar en sus años como universitario y que creía haber resuelto.

   Dieciséis años atrás su grupo de amigos, de la adolescencia, decide dejar de frecuentarlo. Sin ningún tipo de indicio ni explicación. No querían volver a verlo.

   Desde la primera página el narrador te invita a ser cómplices  y observar el camino que recorre Tsukuru para identificar este significativo interrogante.

   Si tuviese que remarcar y/o criticar algún aspecto de Murakami es que no es una lectura que se pueda encarar en cualquier momento, es decir, si venís un poco desanimado por algunas cuestiones de la vida créeme que este autor no es una buena elección.

   Llegué a la conclusión de que a Haruki se lo disfruta plenamente cuando te encontrás envuelto en un aire de optimismo. De lo contrario, los cuestionamientos existenciales y los temas recurrentes que explota de manera magistral, tocan la fibra interior que esté más débil dentro tuyo en ese momento.


   El porqué del título y la relación que tiene con la historia es algo muy interesante de descubrir, se los dejo todo a ustedes.       

jueves, 11 de febrero de 2016

"Maze Runner: La cura mortal" de James Dashner.

"Sexto libro del año:terminando      una trilogía juvenil"

   Literatura juvenil, gran excusa para sacarse un par de años de encima aunque sea leyendo. Maze Runner es una saga que abandoné hace mucho tiempo en el segundo libro, dado que es una trilogía, una conclusión apresurada sería pensar que no me atrapó demasiado como para conocer el final de inmediato. Conclusión acertada.

   Es justo empezar aclarando que las distopías postapocalípticas y la ciencia ficción no son de mi preferencia, este dato ya condicionó la lectura. Un punto menos para Dashner.  Sin embargo me dispuse a terminar la trilogía, eliminar lo pendiente.

   El narrador, es del tipo omnisciente como me gusta a mí, pero en este caso no me gustó nada. Demasiado repetitivo e informativo, hizo que el recorrido por las páginas fuese tedioso. Otro punto menos para Dashner.

   No voy a hacer una crítica arrogante de estos libros, porque si continué leyendo la saga es que hay varias cosas que me gustaron. No por nada se convirtió en best seller.




   Para empezar la idea es por lo menos original. El encierro y la incertidumbre son temas que plantea muy bien el autor y los maneja en un nivel parejo durante toda la historia. Hay, a mi entender, una premisa que se mantiene y resulta la idea principal de la obra que me interesa mucho. La ética científica. De esta premisa se desprenden muchos interrogantes, distintas posiciones que uno puede adoptar.

   “La cura mortal” termina de darle forma al hostigamiento que sufren los protagonistas por parte de una corporación científica llamada C.R.U.E.L, quienes los someten a interminables pruebas con un fin con el que intentan justificar sus medios. Podemos encontrar ciertas similitudes con nuestra sociedad, salvando las distancias por supuesto. Es básicamente lo que más me gustó y me llevó a terminar la saga.

   Algo interesante para mí fueron los nombres de los personajes. Hacen alusión a grandes personalidades de la humanidad. Thomas es por Thomas Edison, Alby por Albert Einstein, Newt por Isaac Newton, Chuck por Charles Darwin, Gally por Galileo Galilei, Teresa por Madre Teresa de Calcuta, por nombrar algunos. También existe otro personaje Minho, por quien el autor agregó invitando a los lectores a convenir que “puesto a que la historia se narra en un futuro, quizás podría surgir un genio con ese nombre”, me resultó simpática esta declaración del autor y también un acierto por el sutil detalle marketinero de llamar la atención de los lectores.

   Me resultó un poco predecible el desenlace de la historia, de igual manera creo que está bien resuelto dentro de lo esperable en este tipo de historias. Como muchos encuentro similitudes con la otra saga best seller “Los juegos del hambre”. Ambas plantean temáticas sociales y políticas más que interesantes para pensar.

   La literatura juvenil está en pleno crecimiento, las redes sociales hace que todo vaya a una velocidad increíble y las editoriales saben muy bien cómo moverse dentro de las reglas de juego establecidas. Los “booktubers” son un excelente canal de difusión y transmiten el maravilloso hábito de la lectura con un lenguaje propio y joven.

   En 2014 Dashner visitó la “Feria Internacional del Libro de Buenos Aires” a la que tuve la oportunidad de ir. Intenté hacer que me firmara mis copias de la saga pero la tarea era casi imposible al toparme con la interminable cola para las firmas. No quería pasarme toda la tarde parada, no tenía el fanatismo que se requiere para ello.Además de las firmas dio una conferencia, por supuesto también había una cola interminable para ingresar. Cuando el escritor estrella hizo su entrada al predio unas cincuenta personas corrieron a los gritos hacia el lugar vallado.
 
   Una de las personas que me acompañaban me dijo: “¿Tanto van a correr y a gritar por ese tipo?”, a lo que yo respondí: “Prefiero que lo hagan por un escritor y no por Justin Bieber”.

jueves, 4 de febrero de 2016

"Heridas abiertas" de Gillian Flynn

   "Quinto libro del año"


   Thriller, policial y suspenso. Todas las características que no busco al leer un libro. Gillian Flynn pasó a ser una pseudo excepción luego de ver “Gone Girl” (traducida como “Perdida”) hace un tiempo. La película cuenta con el guión de la autora y junto a la dirección de David Fincher el combo es infalible. Por estos días tuve la oportunidad de leer algo de ella y no lo dudé a pesar de mis fuertes resistencias al género.

   “Heridas abiertas” es la primera novela de esta autora, consagrada para algunos y avisado de antemano en la contratapa de esta edición, como “la nueva maestra del thriller psicológico”. Definitivamente si hay algo que destacar de esta obra es la carga psicológica con la que cuenta que por momentos hizo que me sintiera incómoda con lo que estaba leyendo.

   La historia está contada en primera persona, uno va descubriendo todo a través de Camille Preaker una periodista  enviada a su ciudad natal para cubrir una serie de asesinatos para el diario donde trabaja. Esto enfrenta a Camille directamente con su pasado cosas que logró dejar atrás refugiándose en una gran ciudad, recuerdos de su hermana muerta. Volver significaba pasar unos días en la mansión donde creció y donde todavía sigue viviendo su madre, una mujer muy fría, manipuladora, doble cara, una para sí y los suyos, otra para el resto del pueblo.

   Los personajes me resultaron excelentes, a mi entender no caen de lleno en los estereotipos más comunes de pueblerinos yankees, tienen la cuota justa de previsibilidad en los prejuicios y luego viran hacia otra dirección muy diferente. Los sentimientos y diálogos de los personajes son de lo mejor. No diría que sea una tarea inmediata el poder identificarte con ellos, pero sí a muchos los empecé a sentir cercanos a medida que la historia avanzaba. Son muy cinematográficos, me gustaría que se hiciese la película.

   Cuenta con un relato muy atrapante (propio de la exigencia del género), por la profesión de la protagonista hay mucha tela para cortar en este sentido, el re-descubrir de lo que alguna vez conoció pero ahora desde una perspectiva profesional que no puede desligar de lo emocional. Ejercicio que intenta incorporar la protagonista, a veces con éxito y otras no.

   La idea es muy buena tiene varias vueltas de rosca, que si bien te dan a pensar que hay aspectos y patrones ya vistos, se notan ingredientes muy propios que la hacen despegar de todo lo parecido dentro del género ya sea en formato libro o cine.

   Tengo que admitir que sentí miedo leyendo este libro, si, que se le va a hacer. No soy una persona asustadiza, muchos pueden dar fe de eso, lo que sucedió es que el ritmo de tensión que maneja Flynn es excelente, te va como apretando, por momentos me descubría abriendo más de la cuenta los ojos hasta hice ademanes de cerrar el libro y salir al patio donde podía refugiarme a la luz del día. Patético lo sé.

   Definitivamente mis reacciones y el disfrute con este libro hicieron que deje de ser tan pedante e insolente y empiece a respetar un poco más al género.


   No se extrañen si en muy poco tiempo me ven nuevamente reseñando un thriller…

viernes, 29 de enero de 2016

"Moby Dick" de Herman Melville.

  “Un clásico al mes”

 

   Clásicos, ¿Cómo no leerlos?, no soy una mujer que tenga en su haber muchos de ellos desafortunadamente, en literatura ni en otros géneros como la música, el cine, etc. Suelo enfrentarme al síndrome del “sapo de otro pozo” cuando inevitablemente quedo fuera en alguna de las conversaciones que tengo con amigos donde hablan con tanto entusiasmo de alguna obra visual, musical o literaria que es la que más me interesa contar.

   Al menos una vez al mes trataré de leer un clásico de mi biblioteca, luego de devorarlos adquiriré otros títulos. Cuanto más vieja sea la edición mejor, y en esto tengo sentimientos encontrados, porque si bien amo el olor a letras recién impresas, a libros relucientes envueltos en ese plástico tipo film de cocina, siento una profunda debilidad hacia las páginas amarillas maltratas por la humedad, infladas, deformes.

   Hoy soy Moby Dick. Dije anteriormente en la reseña del primer libro que no estaba de acuerdo con el formato ficha técnica, pero en este caso debo hacerlo, al tratarse de clásicos es bueno saber algo, el año de publicación y algún otro dato que aporte al contexto por lo menos.

   Fue editada originalmente en octubre del año 1851, es decir, poco más de un siglo y medio. Hay un par de películas y referencias de todo tipo a la historia hasta en dibujos animados. Recientemente se estrenó “In the Heart of the Sea” interpretada por el musculoso “Thor”, no es santo de mi devoción pero convengamos que se merece una oportunidad aunque sea pequeña.

   El ejemplar que tengo en mi poder me hipnotizó sin hacer demasiado, ahí nomás acostadito al lado de muchos objetos random sobre un sucio lienzo de feria con un color pasado de moda, hace varios años, por lo menos catorce. Ya por ese entonces tenía la portada descolorida seguramente el sol ferial había hecho su trabajo, roer con rayos uv cualquier color que se interponga. Pagué un precio irrisorio por la copia, alrededor de cinco pesos argentinos (tengo muy mala memoria, quisiera poder darles más detalles, aviso para próximas entradas. “El que avisa no traiciona”).

   Considero que pagar un libro muy barato es un insulto e imponer un precio muy desorbitado es una burla despiadada para el lector que ansía tenerlo, no tiene más remedio que ojearlo unos minutos en un paseo por su librería favorita, terminar por despedirse de el con la nariz a punto de chocar contra el cristal de la tienda, cruel barrera transparente llamada vidriera, separa nuestras manos de ese libro que queremos mantener a salvo en la mesita de luz todos las noches.

   Esta historia tiene un protagonista lógicamente. Ismael, que además es la voz del narrador, un tipo joven que cuenta con experiencia en la marina mercante y decide que necesita vivir otro tipo de experiencias. Un barco ballenero es ideal. Para esto debe buscarlo, hay una ciudad que reúne unos cuantos, la isla de Nantucket en Massachusetts. Donde se encuentra alojado conoce a Queequeg un arponero polinesio. Juntos terminan trabajando en el Pequod, un ballenero cosmopolita. 

   Novela de aventuras muy dinámica, mi copia del año 1965 cuenta con ilustraciones hermosas que acompañan el inicio, el durante y el final de cada capítulo.

   Puede sonar trillado, pero me sentía una niña dando vuelta cada página sabiendo que iba a encontrar un hermoso dibujo de Paul Durand.

   Queda inaugurada la sección “Un clásico al mes” con un dejo a infancia...